Las reválidas en educación.
Las reválidas han sido uno de los
temas más comentados sobre educación desde 2016 con la LOMCE. El Ministerio de
educación define la reválidas como “evaluaciones externas de fin de etapa” tiene
como finalidad “mejorar de manera más directa la calidad del sistema educativo”.
El carácter de estas pruebas
según este ministerio es formativo y de diagnóstico, sirven para “garantizar que
el alumnado alcance los niveles de aprendizaje adecuados para el normal
desenvolvimiento de la vida personal y profesional conforme el título
pretendido, y además deben permitir orientar a los alumnos y alumnas en sus
decisiones escolares de acuerdo con los conocimientos y competencias que realmente
posean. Por otro lado, estas pruebas normalizan los estándares de titulación en
toda España, indicando de forma clara al conjunto de la comunidad educativa
cuáles son los niveles de exigencia requeridos e introduciendo elementos de
certeza, objetividad y comparabilidad de resultados. Además, proporcionan a los
padres y madres, a los centros y a las Administraciones educativas una valiosa
información de cara a futuras decisiones. El objetivo de esta
evaluación es la mejora del aprendizaje del alumnado,
de las medidas de gestión de los centros y
de las políticas de las Administraciones.”
Actualmente,
en 2018 tenemos noticias como la que mostramos a continuación en la que poco a
poco han ido perdiendo algo de fuerza en relación a la propuesta hecha hace dos
años.
Pero
nuestra pregunta es ¿Por qué estando en el siglo XXI, conociendo las distintas
formas de enseñar y sobre todo de evaluar, se sigue pensando en realizar estas
reválidas? ¿Jugarnos nuestro futuro en un examen único? ¿Qué clase de sistema
tendríamos si no atendemos a las posibles circunstancias que se pueden dar en
un alumno el día del examen?
Queda
muy bien plantearnos esto con respecto a las reválidas pero ¿por qué no
plantearlo siempre? Actualmente el alumno de bachillerato si quiere acceder a
la universidad tiene que jugárselo a un único examen. Por qué preocuparnos por
ello, los alumnos no se ponen malos repentinamente, ni les juegan malas pasadas
lo nervios, ni tienen necesidades o habilidades distintas para examinarse,
todos son capaces de memorizar la materia completa de todas las asignaturas que
entran en dicho examen, todos aprenden por igual por eso se puede hacer un
examen de este estilo.
Está
claro que todo es ironía, nos parece deplorable que un examen sea el que decide
si un alumno está capacitado para afrontar una carrera.
Pero
pensándolo bien, ¿por qué echarle cuenta a un examen que hiciste estando
enfermo/a o después de haber pasado una difícil situación que no te permitió
estudiar cómo querías, si puedes hacer un ciclo formativo que nada tiene que
ver con la prueba de selectividad y entrar en la universidad?
Creemos
que no hay necesidad de someter a los alumnos a exámenes que dictan si eres o
no capaz de afrontar una nueva etapa educativa, para ello ya te has sometido a
los cursos en los que te han evaluado día a día, en el que el profesor/a te
conoce sabe cómo es tu rendimiento.
Bibliografía:
Álvarez, P. (2018) Educación adelanta la fecha para la antigua reválida de la ESO. El País. Recuperado de: https://politica.elpais.com/politica/2018/01/30/actualidad/1517309439_200019.html
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