En
un post anterior, hablábamos del segundo nivel de concreción curricular y las
programaciones didácticas. Hoy vamos un pasito más allá, a través de este post,
trataremos el significado y la finalidad de las unidades didácticas, además de
los elementos que la componen.
Pues
como íbamos diciendo, las unidades didácticas corresponden al tercer nivel de
concreción curricular, en ellas se concretan las actuaciones de las
programaciones didácticas. Atendiendo a las palabras de Rodríguez (2010), “se
precisa concretar el qué y cómo de la actividad con el alumnado,
ésta es la finalidad de las Unidades
Didácticas, que permitirán adaptar la planificación para un grupo de
alumnos/ as concretos en cuanto a los aprendizajes, organización de espacios,
tiempos, orientaciones metodológicas y didácticas etc. Se trata del documento
de trabajo que enlaza la propuesta del Centro con el quehacer del día a día,
al mismo tiempo, que soporte didáctico que dirige lo que hay que hacer en el
aula, hacia dónde hay que ir y sobre todo cómo hay que hacerlo, es decir,
“impregna de realidad” el contenido de los documentos de centro” (p.251-252).
Podríamos asemejar las unidades didácticas con un libro que guía cada paso del
profesor/a, aunque es necesario resaltar que son flexibles puesto que durante
la práctica diaria surgen imprevistos que pueden modificarte lo que ya habías
planeado. Pero esa virtud es la de un buen educador, esa de adaptarse al aula.
Estamos
de acuerdo en que realizar las unidades didácticas es algo imprescindible, pero
también pensamos que cada profesional de la educación debería ser innovador y
creativo a la hora de crearlas, y sobre todo, que ajuste las experiencias de
aprendizaje de sus alumnos/as a las nuevas exigencias de la sociedad. Puesto
que a veces, y más veces de las que nos gustarían, se tiende a reproducir lo
que hemos vivido, y esto hace que la práctica educativa no sufra las
transformaciones que la sociedad le exige.
Por
último, adjuntamos un breve video explicativo de los componentes de la unidad
didáctica, que no son más, que las concreciones de las directrices generales
que vienen desde las Administraciones y el propio centro.
Bibliografía.
Rodríguez,
J. (2010). De las programaciones didácticas a la unidad didáctica:
incorporación de competencias básicas y la concreción de tareas. Revista
Docencia e Investigación, (20), 245-270.
Palacios,
A. (2017). Cómo realizar una unidad didáctica con LOMCE (YouTube). España.
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