El
camino hacia la igualdad.
Con
motivo del 8 de marzo, el Día de la Mujer, se hace necesario conmemorar el 20
aniversario del Máster de Género y Desarrollo, una titulación que sirve de referencia
en los estudios de género. Si hay algo que se escucha constantemente en nuestra
sociedad es eso de conseguir la plena igualdad entre hombres y mujeres tanto en
derechos como en oportunidad, y aunque es verdad que actualmente hay muchas
leyes que nos amparan, la realidad es otra completamente distinta.
Gracias
a los movimientos de mujeres que llevan luchando bastantes años, se ha avanzado
mucho en la igualdad, nada más hay que ver que hace solo unas décadas una mujer
no tenía derecho a voto o, incluso, para abrir una cuenta corriente en el banco
o firmar un contrato de trabajo necesitaban el permiso de su marido. Pero aunque
ha habido un avance muy significativo, aún sigue existiendo una brecha
importante entre hombre y mujeres, por ejemplo en el sueldo, un hombre cobras
más que una mujer desempeñando el mismo puesto de trabajo, también se puede
observar en los escasos puesto de responsabilidad que ocupan las mujeres, o en
los episodios de violencia machista que se escuchan día sí y día también en
nuestros televisores. Y si fijamos nuestras miras en la universidad, estas
desigualdades también están latentes puesto que son pocas las mujeres que
ocupan altos cargos universitarios, y se supone que en un sitio que se promueve
la educación, la igualdad entre hombres y mujeres debería ser un tema
primordial.
Como
hemos comentado anteriormente, los movimientos feministas han contribuido
notablemente a la construcción de una sociedad más igualitaria, y en el ámbito de
la teoría del desarrollo todos estos esfuerzos fueron cruciales. Como mencionan
Durán y Alonso (2018) en un artículo publicado en el periódico El País:
“Sin
la contribución de la tradición feminista es difícil que se hubiese alumbrado
el enfoque de “desarrollo humano” sobre el que se asienta buena parte de la
teoría y la acción de desarrollo desde comienzos de los noventa. Son las
aportaciones de los estudios de género las que de forma más insistente
reivindicaron la necesidad de trascender los promedios y asociar el desarrollo
a los cambios en las condiciones de vida de las personas, en sus capacidades y
en su libertad efectiva; fueron esas mismas aportaciones las que insistieron en
la necesidad de adoptar una perspectiva activamente inquisitiva (ponerse las
llamadas “lentes de género”) para desvelar los mecanismos reproductores de
la desigualdad bajo la apariencia de lo convencionalmente admitido; y
fueron ellas también las que evidenciaron que no hay cambio posible si la
acción correctora no se traslada a todos los ámbitos de la vida social (la
llamada “transversalización”) y se reequilibran las relaciones de poder entre
hombres y mujeres”.
En
todo este proceso de transformación, nuestro país iba a la cola, como casi siempre
suele ocurrir, y la Universidad española tardó un poco más en incorporar a sus
planes formativos los estudios en materia de género. Pero en estos días, se
cumple el 20 aniversario de la incorporación del Máster de Género y Desarrollo,
como ya hemos comentado. Este máster comenzó en el año 1999 gracias al
Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI) y el Instituto de la
Mujer. La introducción de este máster supuso otro de los grandes avances para
la sociedad en materia de género, puesto que hasta ese momento los estudios e
investigaciones eran escasos y muchos de ellos sin validez. Esto supuso por un
lado, abrir un nuevo camino de formación, docencia e investigación, y por otro
lado, el inicio de este proceso reclamaba abrir expectativas de estudio e
investigación en la universidad para un ámbito que carecía de apoyo para el
desarrollo y la publicación de los resultados obtenidos, y que a nuestro
parecer y por lo que sabemos hoy día sigue careciendo. Desgraciadamente, los
estudios en el ámbito de la igualdad son escasos en nuestro sistema educativo y
muchas de las investigaciones no se llegan a publicar porque carecen de interés.
Lo peor no es la escasez en materias de igualdad, lo más fatídico es que hoy
día en libros de primaria se siguen observando comentarios machistas y
despectivos hacia el género femenino. A nuestro parecer y siempre desde lo que
hemos investigado y experimentado, esta igualdad idílica que existe en nuestra
sociedad solo es una máscara, la cual esconde todavía ese sentimiento de que el
hombre es mejor y superior a la mujer.
A
pesar de nuestro pensamiento, en este caso pesimista, la introducción de este
máster en el plano formativo ha supuesto que más de 270 mujeres y algunos
hombres se hayan formado con el objetivo de ser agentes de cambio social. Tal ha
sido el éxito de este programa que ha transcendido más allá del plano
universitario, llegando a ayudar a toda España y a otros países en vías de
desarrollo mediante diversos organismos como son el PNUD o la ONU Mujeres,
entre otros.
Solo
esperamos que de aquí a unos años, hablar de la lucha de género solo sea
historia, y que la verdadera igualdad entre hombres y mujeres tanto en derechos
como en oportunidades forme parte de nuestra vida.
Bibliografía: